La fiebre del dengue es una enfermedad tropical provocada por un virus que transmiten los mosquitos. El virus puede provocar fiebre, dolores de cabeza, sarpullidos y dolor en todo el cuerpo. La mayoría de los casos de fiebre del dengue son leves y desaparecen sin tratamiento en aproximadamente una semana.
En casos excepcionales, la fiebre del dengue puede transformarse en formas más graves de la enfermedad. Estas afecciones, denominadas «fiebre hemorrágica del dengue» y «síndrome de choque por dengue», pueden provocar un shock y la muerte, y por lo tanto, requieren tratamiento médico inmediato.
Contagio
La fiebre del dengue es provocada por cuatro virus similares que se contagian con la picadura de los mosquitos del tipo Aedes Aegypti, que son comunes en las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo.
Cuando un mosquito Aedes Aegypti pica a una persona infectada con el virus del dengue, el mosquito se convierte en transmisor del virus. Si el mosquito pica a otra persona, ésta puede resultar infectada con la fiebre del dengue. El virus no se contagia de persona a persona.
Síntomas
Muchos niños que padecen dengue no presentan síntomas; otros tienen síntomas leves que pueden aparecer entre 4 días y 2 semanas después de la picadura de un mosquito infectado. Los síntomas suelen durar de 2 a 7 días. Una vez que el niño ha tenido la enfermedad, se vuelve inmune a ese tipo particular del virus (aunque puede resultar infectado por cualquiera de los otros tres tipos).
En el pasado, la fiebre del dengue recibía el nombre de «fiebre rompehuesos» o «fiebre quebrantahuesos». El nombre puede dar una idea de los síntomas que provoca, si es que la persona presenta algún síntoma. La fiebre no rompe realmente los huesos, pero en algunos casos esa es la sensación.
Las señales y los síntomas comunes de la fiebre del dengue incluyen los siguientes:
- fiebre elevada, posiblemente de hasta 105°F (40°C)
- dolor detrás de los ojos y en las articulaciones, los músculos y/o los huesos
- dolor de cabeza intenso
- sarpullido en la mayor parte del cuerpo
- sangrado leve en la nariz o las encías
- formación de moretones fácilmente
Los síntomas suelen ser leves en los niños más pequeños y en quienes padecen la enfermedad por primera vez. Los niños mayores, los adultos y quienes ya han padecido una infección pueden tener síntomas de moderados a graves.
Las personas con fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de choque por dengue tendrán los síntomas habituales de la fiebre del dengue entre 2 y 7 días. Una vez que la fiebre cede, otros síntomas empeoran y pueden provocar una hemorragia más grave, problemas gastrointestinales (como náuseas, vómitos o dolor abdominal agudo) y problemas respiratorios como dificultad para respirar.
Sin tratamiento, puede aparecer la deshidratación, una hemorragia grave y una caída rápida de la presión arterial (choque). Estos síntomas ponen en riesgo la vida y requieren atención médica inmediata.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue. Los casos leves se pueden tratar con la administración de gran cantidad de líquidos para prevenir la deshidratación y con mucho reposo. Se pueden administrar analgésicos, como el acetaminofeno, para tratar los dolores de cabeza y el dolor asociados con la fiebre del dengue. Se deben evitar los analgésicos con aspirina o ibuprofeno, ya que incrementan la probabilidad de una hemorragia.
La mayoría de los casos de fiebre del dengue desaparecen en el transcurso de una o dos semanas y no provocan problemas a largo plazo. Si una persona presenta síntomas graves de la enfermedad o si los síntomas empeoran el primer o segundo día después de la desaparición de la fiebre, busque atención médica inmediatamente. Esta podría ser una indicación de fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de choque por dengue, y en este caso, se requiere atención médica inmediata.
Para tratar los casos graves de fiebre del dengue en un hospital, los médicos administran líquidos y electrolitos (sales) por vía intravenosa para reponer los líquidos que se pierden por los vómitos y la diarrea. Esto suele ser suficiente para un tratamiento efectivo, siempre y cuando la reposición de líquidos comience en las etapas iniciales de la enfermedad. En lo casos más avanzados, es posible que los médicos deban realizar una transfusión para reponer la sangre que se ha perdido.
En todos los casos de infección por dengue, sin importar la gravedad de los síntomas, se debe hacer todo lo posible para impedir que la persona infectada sea picada por los mosquitos. Esto ayudará a prevenir el contagio de la enfermedad a otras personas.
Precauciones
1. Coloque mosquiteros en las puertas y las ventanas y repare inmediatamente los mosquiteros rotos o dañados. Mantenga cerradas las puertas y las ventanas sin mosquiteros.
2. Destruya los lugares en los cuales los mosquitos se puedan reproducir. Los mosquitos colocan sus huevos en el agua; por lo tanto, deshágase del agua estancada en recipientes y neumáticos desechados, y asegúrese de cambiar el agua de las fuentes para aves, perros y los floreros, al menos una vez a la semana.