Los restaurantes, supermercados y todas las empresas que elaboran, almacenan y comercializan alimentos deben contar con programas permanentes de manejo integrado de plagas que incluya el control de plagas comunes como son insectos rastreros, voladores y roedores.
En una empresa hermética (sin fallas en la infraestructura que permite el ingreso de plagas) y limpia (sin ofrecimiento de agua, alimento y refugio), necesitará menos visitas de control de plagas que una empresa con limpieza deficiente y con fallas en la infraestructura que facilitan el ingreso plagas. A mayor limpieza y hermeticidad de la facilidad menos necesidad de plaguicidas.
Muchas veces las empresas de alimentos orientan todos sus esfuerzos a la producción de alimentos descuidando sus procedimientos de limpieza y saneamiento; tampoco se capacita el personal permanentemente manipulador de los alimentos sobre la importancia del saneamiento (orden y limpieza) y la relación entre las deficiencias en éstos con la presencia de plagas. Se cree equivocadamente que nos es necesario limpiar mejor para no tener plagas y que aplicando plaguicidas de manera sistemática y periódica podemos evitarlas.
Las plagas para sobrevivir necesitan: alimentos, agua y refugio, y si se les ofrecen llegan a cualquier tipo de instalaciones. Por esto la mejor forma de evitar la presencia de plagas es fortalecer e intensificar la limpieza.
Las plagas más frecuentes en los negocios de alimentos son moscas, cucarachas y roedores (ratones, ratas), los cuales al contaminar los alimentos causan las enfermedades trasmitidas por alimentos, que son por lo general enfermedades gastrointestinales.
Los casos de contaminación de alimentos se originan por el descuido en los procedimientos sanitarios y de limpieza, ya que los negocios de alimentos están más orientados a la producción y venta, y no dan énfasis a las buenas prácticas de manufactura que incluye la limpieza y tener un programa eficiente de Manejo Integrado de Plagas.
En estos negocios muchas veces se considera un gasto innecesario el contar con un programa de Manejo integrado de plagas y por lo regular se contrata una empresa informal o un servicio de menor alcance que el necesario. No hay la suficiente conciencia de que lo barato sale caro y de que se pone en riesgo el valor de la marca, que es lo más importante en una empresa.