Los mosquitos pican más a algunas personas?
Era cierto. El calor y el olor, que varían según los individuos, son algunas de las señales que detecta la hembra, que es la que pica.
Lo que usted siente está científicamente comprobado, aunque todavía no son del todo claras las causas. Los mosquitos pueden picar más a algunas personas que a otras. Es más, es posible que haya individuos que no sufran en absoluto el ataque de estos insectos.
“Depende de la actividad metabólica de cada persona”, anticipa el entomólogo e investigador adjunto del Conicet Walter Almirón. El especialista cuenta que, aunque no tengan nariz, ojos u oídos como los seres humanos, pueden oler, oír y detectar la presencia de su fuente de alimento.
La hembra –que es la que pica– lo hace a través de su antenas que tienen receptores y perciben las siguientes señales de la existencia de su alimento: calor, dióxido de carbono (lo que eliminamos las personas al respirar) y la transpiración aun la imperceptible, llamada también “perspiración”.
La transpiración no está compuesta sólo por agua, sino por desechos del organismo, que tienen un olor característico, que varían de persona a persona (al igual que el calor) y que, en parte, explican las preferencias de los mosquitos.
También sucede que hay personas más pasivas –entre un bebé que está quietito y un adulto activo, el mosquito preferirá picar al bebé– y hay especies de mosquitos, como la Aedes aegypti (transmisora del dengue) que son muy silenciosos y vuelan bajo, por lo que pican más en las piernas.
Es bueno tener en cuenta que la ropa clara suele ahuyentarlos.
La prueba de que los mosquitos son sensibles a los olores y otros desechos del cuerpo es que existen viejos estudios que demostraron que ante medias usadas y otras no usadas, estos insectos se sentían más atraídos hacia las primeras, aunque después descubrieran que no había en ellos posibilidad de obtener sangre.
Contra algunas creencias, en época de más calor –pero menos humedad–, como puede ser en enero, hay menos mosquitos, porque el calor seca los reservorios de agua.
También existe el mito de que ahora los mosquitos son más resistentes o incluso más agresivos. En realidad, dice Almirón, con el uso de repelentes químicos se hace una suerte de selección: sobreviven los más fuertes.
Una vez que la picadura ya se produjo, hay que evaluar qué característica tiene la reacción del cuerpo. No es lo mismo un punto rojo que una pápula o ronchas inflamadas. Lo recomendable es aplicar un tratamiento local con alguna sustancia descongestiva y, en caso de ser alérgicos, un antihistamínico.
“Hay personas que responden en forma más intensa a las picaduras, no sólo de los mosquitos, depende de la capacidad inmune del individuo”. En los más pequeños, las reacciones suelen ser más intensas, y en los ancianos el riesgo es que se infecten al rascarse, por tener más débil el sistema inmunológico. También en esos casos recomienda el uso de geles refrescantes que contienen mentol o alcanfor y neutralizan la picazón.
Mejor mosquiteros. Almirón advierte que, si se tiene conciencia ecológica, es preferible optar por mosquiteros en las aberturas antes que consumir tantos productos químicos para repeler los mosquitos, ya sea directamente (a través de vaporizadores para el cuerpo), pastillas, espirales o difusores de líquidos que los matan. Aunque aparentemente es más caro, permite ahorrar en químicos.
fuente: http://www.lavoz.com.ar/